Sinopsis: Antes de que los rigores del invierno se ciernan sobre Dove River, un poblado fundado por pioneros escoceses en el noreste de Canadá, una mujer halla el cadáver de un trampero local al mismo tiempo que su hijo, de diecisiete años, desaparece en una excursión de pesca. Los hechos atraen hasta aquel remoto lugar a un variado grupo de personas dispuestas a esclarecer el crimen, o a beneficiarse de él, desde un joven delegado de la poderosa Hudson Bay Company ―que ejerce el monopolio del lucrativo comercio de pieles― hasta un curtido y arruinado periodista. Cuando la señora Ross decide emprender ella misma la búsqueda de su hijo, adentrándose en el bosque acompañada de un taciturno pero experto rastreador, se ponen en marcha también una serie de personajes cuyas insólitas historias confluyen hacia un destino común en el majestuoso e imponente marco de la tundra nevada. Inmersos en un paisaje inhóspito de una belleza áspera e impenetrable, y conscientes de su vulnerabilidad, los hombres y mujeres que protagonizan esta hermosa e inquietante novela deberán saldar cuentas con el pasado antes de afrontar los desafíos del presente.
A finales de enero decidí apuntarme a un reto organizado por Ana Bolox que consiste en leer 12 libros pendientes. Desde el primer momento pensé en La ternura de los lobos, ¡tengo este pobre libro esperando desde 2011! así que me puse con él en ese mismo momento. El único problema es que me coincidió con la lectura conjunta de Al este del Edén y tuve que dejarlo por la mitad hasta que terminé con Steinbeck. No sé si ese parón fue el motivo o que la lectura no consiguió engancharme pero la cosa es que el libro me decepcionó bastante.
El
estilo de la autora me encantó,
su forma de escribir es elegante y delicada pero si en un momento dado tiene que ser directa lo es, no se corta.
Stef Penney es bastante descriptiva, detalla los paisajes y la atmósfera invernal en la que transcurrirá toda la historia haciéndola más realista y cercana. (Si te dejas llevar por la narración puedes sentir como los personajes son azotados por el aire gélido de los bosques).
El tema de los personajes ya es otra cosa, me ha faltado profundidad. Hay bastantes en toda la novela pero se pasa por ellos de forma superficial. Da los datos necesarios para hilar la trama y ya, no entra a detallarnos como es su personalidad. Quitando a la señora Ross y a su hijo (los dos protagonistas) con los que entra un poco más en detalle, los demás podían haber dado mucho más de sí.
Y sobre la
historia creo que es bastante
mejorable, el planteamiento en sí me parece muy interesante pero
le ha faltado agilidad y un nexo potente entre las diferentes tramas. Los personajes e historias que van a apareciendo a medida que avanzamos en el libro están bien pero rompen la historia principal y al final no sabes muy bien hacia donde te quiere dirigir la autora.
Pasé de algunos capítulos que devoré y me maravillaron a otros que si desaparecieran del libro no hubiera pasado nada (casi que hubiera sido lo mejor).
En fin, es un libro con bastantes altibajos pero que me ha descubierto a una autora con un estilo que me ha gustado mucho. (Es su primer libro así que es comprensible que haya algunas cosas que pulir).
He investigado y se ha traducido otra novela suya al español: Bajo la estrella polar, una novela que mezcla amor y aventuras. Además, menuda casualidad, en enero acaba de salir en bolsillo por Harper Collins a 11.90 €.
Traducción:
Ana María de la Fuente.
Puntuación:
6/10. Aunque me ha parecido muy bien escrito es entretenido sin más.
Precio:
12 € y
448 páginas.
Salamandra. Mi edición es de Círculo pero ya está descatalogada.
Felices Lecturas.