Sinopsis: Andalucía, 1936. Con la guerra civil a punto de estallar, Olive Schloss, hija de un marchante de arte vienés y una heredera inglesa, vive con sus padres en las afueras de un pueblo apartado. Allí traba amistad con la joven criada, Teresa Robles, y con su hermanastro Isaac, un pintor idealista que da clases en Málaga. Al poco tiempo, Olive consigue burlar la voluntad de sus padres urdiendo un plan que desatará una cadena de mentiras y secretos.
Londres, 1967. Odelle Bastien, una joven llegada de Trinidad, ha conseguido por fin un trabajo de mecanógrafa en el augusto Instituto de Arte Skelton bajo la tutela de la codirectora, Marjorie Quick. A pesar de que ésta le otorga toda su confianza, Odelle percibe en ella cierto halo de misterio, que se intensifica con la aparición de una obra maestra perdida durante la guerra civil española, un enigmático cuadro cuyo autor podría ser el desaparecido Isaac Robles.
Después de su exitosa y celebrada primera novela, La casa de las miniaturas, Jessie Burton ha creado una historia igualmente vibrante sobre las vidas de cuatro mujeres extraordinarias. Así, dos dramáticos episodios ocurridos en épocas muy distintas conducen al lector a un apasionante y vertiginoso recorrido a través del amor y la obsesión, la verdad y la impostura.
Aunque ya tengo en mis estanterías la primera novela de Jessie Burton La casa de las miniaturas (en edición de bolsillo), he decidido leerme antes su última novela porque sobre ella no he visto gran cosa y tenía bastante curiosidad por saber qué se escondía detrás de esa portada tan maravillosa.
La historia está ambientada en dos épocas y lugares diferentes. Por una parte viajaremos al Londres de finales de los 60. Allí una joven de Trinidad (colonia británica) intentará labrarse un futuro como mecanógrafa en un Instituto de arte. Aunque han pasado bastantes años desde el fin de la II Guerra Mundial, la ciudad y sus habitantes todavía están cicatrizando las heridas. Todo lo que esté alejado de sus tradiciones más arraigadas es mirado con recelo, por lo tanto la joven Odelle tendrá que hacer ver que ella es igual que cualquier londinense.
Por otra parte volveremos a España, pero no a la época actual como solemos ver en este tipo de novelas que mezclan pasado y presente, viajaremos a los momentos previos al inicio de la Guerra Civil. La sociedad está en plena ebullición, en un pequeño pueblo andaluz ya se empiezan a ver los primeros enfrentamientos entre nacionales y republicanos. Allí acaba de llegar una familia extranjera con una hija adolescente, Olive (ellos, al igual que Odelle en Londres, también son mirados con recelo por los habitantes del pueblo) y pronto entrarán en contacto con dos hermanos de la localidad, Teresa e Isaac. La relación entre ambas familias se estrechará y dará pie a una historia completamente absorbente que me ha tenido todo el fin de semana pegada a sus páginas.
Como viene siendo habitual, ambas historias terminarán confluyendo para terminar dando forma a una historia que habla de arte, de las oportunidades que da la vida, de lo difícil que ha sido el papel de la mujer a lo largo de los años, de la dureza de la guerra antes y después, de que lo diferente siempre es mirado con recelo y por supuesto también de la pasión, el amor y de la amistad.
La historia está ambientada en dos épocas y lugares diferentes. Por una parte viajaremos al Londres de finales de los 60. Allí una joven de Trinidad (colonia británica) intentará labrarse un futuro como mecanógrafa en un Instituto de arte. Aunque han pasado bastantes años desde el fin de la II Guerra Mundial, la ciudad y sus habitantes todavía están cicatrizando las heridas. Todo lo que esté alejado de sus tradiciones más arraigadas es mirado con recelo, por lo tanto la joven Odelle tendrá que hacer ver que ella es igual que cualquier londinense.
Por otra parte volveremos a España, pero no a la época actual como solemos ver en este tipo de novelas que mezclan pasado y presente, viajaremos a los momentos previos al inicio de la Guerra Civil. La sociedad está en plena ebullición, en un pequeño pueblo andaluz ya se empiezan a ver los primeros enfrentamientos entre nacionales y republicanos. Allí acaba de llegar una familia extranjera con una hija adolescente, Olive (ellos, al igual que Odelle en Londres, también son mirados con recelo por los habitantes del pueblo) y pronto entrarán en contacto con dos hermanos de la localidad, Teresa e Isaac. La relación entre ambas familias se estrechará y dará pie a una historia completamente absorbente que me ha tenido todo el fin de semana pegada a sus páginas.
Como viene siendo habitual, ambas historias terminarán confluyendo para terminar dando forma a una historia que habla de arte, de las oportunidades que da la vida, de lo difícil que ha sido el papel de la mujer a lo largo de los años, de la dureza de la guerra antes y después, de que lo diferente siempre es mirado con recelo y por supuesto también de la pasión, el amor y de la amistad.
Me ha parecido una novela muy similar al estilo de Kate Morton. La autora ha mezclado dos historias sin aparente relación, ambientadas en dos épocas, con dos mujeres como protagonistas y las ha unido a través de una misteriosa pintura.
Aunque la historia y la forma de narrar no son nada novedoso, los personajes me han parecido tan humanos y cercanos que han conseguido encandilarme. Su lectura ha sido muy fluida, amena y adictiva por lo que me ha durado nada y menos entre las manos (también coincide que era fin de semana).
Como siempre pasa en este tipo de novelas que están a caballo entre dos épocas, me ha gustado más una que otra. En este caso he disfrutado bastante más con la historia ambientada en España. Aunque está llena de estereotipos me ha gustado ver la visión que se tiene desde fuera de esa parte tan oscura de nuestra historia. Los personajes me han gustado más y la trama de esa historia ha sido mucho más elaborada que la parte inglesa.
Así que ya sabéis, si queréis disfrutar de una historia que os tenga entretenidos una tarde entera sin levantaros del sofá, La musa es una buena opción. ¡Ah! Os quería comentar que el primer capítulo puede pareceros un poco aburrido (a mi me lo pareció), pero merece la pena seguir leyendo.
Aunque la historia y la forma de narrar no son nada novedoso, los personajes me han parecido tan humanos y cercanos que han conseguido encandilarme. Su lectura ha sido muy fluida, amena y adictiva por lo que me ha durado nada y menos entre las manos (también coincide que era fin de semana).
Como siempre pasa en este tipo de novelas que están a caballo entre dos épocas, me ha gustado más una que otra. En este caso he disfrutado bastante más con la historia ambientada en España. Aunque está llena de estereotipos me ha gustado ver la visión que se tiene desde fuera de esa parte tan oscura de nuestra historia. Los personajes me han gustado más y la trama de esa historia ha sido mucho más elaborada que la parte inglesa.
Así que ya sabéis, si queréis disfrutar de una historia que os tenga entretenidos una tarde entera sin levantaros del sofá, La musa es una buena opción. ¡Ah! Os quería comentar que el primer capítulo puede pareceros un poco aburrido (a mi me lo pareció), pero merece la pena seguir leyendo.
Puntuación: 8/10. He disfrutado mucho con este libro, la historia de Odelle ha sido lo que ha bajado un poco la nota, me costó un poco pillarle el punto.
Precio: 20 € y 480 páginas. Salamandra.
Felices Lecturas.