Sinopsis: Kautokeino, Laponia central, 10 de enero. Último día de la noche polar. El sol, desaparecido cuarenta días atrás, volverá a brillar. Pero de pronto, el pueblo se ve conmocionado por la desaparición de un tambor sami, un misterioso objeto que permitía a los chamanes comunicarse con los muertos, y que había sido recientemente recuperado por un explorador francés. Entre los sospechosos del robo están los componentes de un grupo de extrema derecha que disputan a los sami sus tierras y fundamentalistas que se oponen al revival de su antigua religión. Al mismo tiempo, aparece el cadáver mutilado de un ganadero sami en medio de la tundra que no hace sino complicar el caso. Laponia, ese lugar aparentemente tranquilo, se revelará como una tierra de conflictos, misterios y odios ancestrales. Klemet y Nina, miembros del cuerpo de la policía especial de los renos, entran a liderar la investigación.
Klemet va a jubilarse pronto, mientras que Nina es una rubia de la costa sur de Noruega con poco interés por la naturaleza hostil de Laponia. Nadie en Kautokeino parece querer ayudarlos, así que la investigación va a ser larga, en condiciones durísimas, y les revelará hechos mucho más sombríos de lo que podían imaginar, enfrentándolos con un verdadero demonio contemporáneo.
Ya desde un primer momento llama la atención que esté ambientada en un paraje tan remoto e inusual, yo no había leído nada ambientado en Laponia.
El libro comienza con un primer capítulo frenético. Corre el año 1693 y un hombre es perseguido por el bosque por un grupo de personas. Al verse sin escapatoria, esconde su fardo entre la vegetación de una isla. Le acusan de predicar la apostasía a Yavhé por lo que acaba en la hoguera cantando (o gritando) una yoik (canto tradicional sami) con instrucciones que llegarán a los oídos de otro sami que sabrá lo que tiene que hacer él y sus descendientes... hasta hoy.
El resto de la novela se desarrolla en la actualidad en la ciudad de Kautokeino. Los protagonistas son Klemet y Nina, dos policías de renos que se dedican a todo aquello que guarde relación con ellos, mayormente cuando invaden tierras de otros ganaderos o son robados entre ellos. Me ha parecido llamativo que los ganaderos marcan a sus renos con su sello particular en las orejas pero que cuando alguien los roba, para evitar la identificación, le cortan ese trozo de oreja ¡pobre animal!. Según parece hay legislación sobre el tamaño mínimo de las orejas para evitar robos.
Tambor sami. |
La desaparición de un tambor cedido al museo de Kautokeino, provocará numerosas reacciones entre los habitantes, los samis verán horrorizados como su único tambor que ha regresado a Laponia es robado misteriosamente; mientras que otra parte de la población prefiere que no sea encontrado para que esos "comunistas lapones" no empiecen con su derecho ancestral a esas tierras que dicen les pertenecen.
Renos y samis. |
Klemet y Nina tendrán que dejar sus ocupaciones para investigar el caso de robo, pero la muerte de un ganadero al que le cortaron sus orejas como si fuera un reno hará que la investigación tenga ese aire noir que tanto me gusta.¿Problemas de tierras? ¿Venganza? ¿Asesinato a sangre fría?. Muchos sospechosos pero pocas pruebas.
A todo esta trama se le añade un personaje siniestro llamado Racagnal, un geólogo francés que ya desde su primera aparición me desagradó enormemente e iremos viendo como su historia se entrelaza poco a poco en la novela.¿Qué le lleva a esas lejanas tierras? ¿Guarda alguna relación con los misteriosos acontecimientos?
Es una novela que reúne aventuras, misterio, suspense, historia, acción... toda una serie de géneros perfectamente hilvanados que dan lugar a una novela adictiva, amena y de fácil lectura.
Os podría dar más detalles pero prefiero que os animéis a leerla vosotros mismos y descubráis todos los secretos que guarda esta fría población, yo me quedé más de una vez con la boca abierta de sorpresa. ¿Os la queréis perder?
Precio: 18.90 € y 512 páginas.
Felices Lecturas.