Sinopsis: A medio camino entre la memoria y la ficción, Pan negro gira en torno a Andrés, un muchacho que crece en los años más crudos de la posguerra. Él pertenece al bando de los perdedores: su padre, hombre de firmes ideales republicanos, ha sido encarcelado por «rojo»; su madre se ha visto obligada a trabajar en la fábrica y confía a su hijo a unos parientes que viven en el campo. Poco a poco se produce un cambio sustancial en Andrés, que de perdedor pasa a sentirse ganador, en una metáfora del país que asimila la derrota y acepta, con pasividad, una victoria que no es la suya.
A pesar de vivir lejos de sus padres, en un clima de miedo palpable, el tiempo en la masía está lleno de sentimientos y descubrimientos: el misterioso mundo de los adultos y los primeros pasos en las sendas del sexo. Es también un tiempo de amistades valientes, de cuentos explicados a la vera del fuego, de juegos al aire libre, de pan con vino y azúcar… de pan negro.
Esta novela me ha costado leerla. No por que fuera mala (que no lo es en absoluto) sino por que como narra las vivencias de unos niños, no tiene trama, es un desarrollo sin altibajos, plano. Está entretenida sin más, vemos como era la vida en aquella época, la vida en casa, en el campo, los problemas sociales y familiares... todo ello desde la perspectiva de un niño, Andrés, cuyo padre es encarcelado por sus ideas y su madre vive en otro pueblo donde trabaja en una fábrica. Él vive en casa de unos familiares en el campo, donde junto a La lloramicos, La Roviretas y Quirico chico comparten un ciruelo donde ven todo lo que pasa a su alrededor y donde charlan de sus cosas.
Los problemas familiares y el despertar sexual del protagonista, serán el eje fundamental de la novela. Se tratan todos los temas que marcaron la época: el hambre, la escasez de trabajo, el guardar las apariencias, las creencias, los abusos, las ideologías... Quién busque una novela sobre la posguerra española aquí tiene una buena muestra ya que como dice la sinopsis, está a medio camino entre ficción y memoria.
"Todo lo que pasó es más terrible que lo que cuenta el libro", dice Teixidor. "Pero quizá por eso ha gustado. Mucha gente puede aportar sus historias a las que se cuentan en la novela. Muchos no comían pan negro, sino mondas de patata, algunas mujeres trabajaban en las fábricas desde los ocho años... Yo traté de no cargar las tintas, porque a la vez los jóvenes éramos felices en aquella época. Los jóvenes tienen la obligación de ser felices".
Puntuación: 6/10. Quizá me hubiera gustado más con algún tipo de hilo que me hiciera avanzar la historia hacia un final concreto, pero de todas formas ha estado entretenido.
432 pág y 9.95 €.
Ahora ya me puedo poner a ver la película y saber así si es fiel o no al libro.
Felices lecturas.
