Sinopsis: Año 1955. El inspector Ernesto Trevejo recibe el encargo de investigar cuatro crímenes en un pueblo de la sierra madrileña donde se está construyendo un pantano: dos guardias civiles han sido torturados hasta la muerte; el alcalde del municipio y su esposa, ejecutados a sangre fría. Un posible asesino en serie podría aterrorizar a la región mientras se desarrollan las obras. El asunto debe ser resuelto –y silenciado- cuanto antes.
Siguiendo los pasos de una investigación que destapará odios, secretos e intereses ocultos, el lector se traslada a una España en blanco y negro. De fondo, el rumor incesante de la lluvia que acompañará al protagonista en su viaje a un escenario rural, remoto, casi salvaje.
Me llaman un montón la atención todas aquellas historias ambientadas en tiempos pasados, pero si además guardan crímenes y misterios entre sus páginas casi son de lectura obligatoria.
En esta ocasión nos encontramos con la primera novela de un joven escritor que recrea una historia que mezcla drama y novela negra en la España de los 50. La particularidad es que se desarrolla en el medio rural y tendremos como protagonistas tanto a un policía de Madrid como a un joven de la Guardia Civil.
¿Qué es lo que ocurre? Pues que después de descubrir los cadáveres de dos guardias civiles, aparecen los del alcalde y su esposa. Para ayudar a la guardia civil del lugar es enviado desde Madrid el inspector Trevejo.
Aunque el inspector Trevejo es el protagonista principal, está acompañado por un joven guardia civil que me ha encantado, Aparecido Gutiérrez. La verdad es que el dúo que forman me ha gustado mucho y me hubiera gustado que su relación hubiera tenido todavía más protagonismo.
Es una novela pausada en la que aunque no he encontrado escenas de tensión ni ha tenido las características propias de un page-turner ha conseguido mantener mi interés hasta el final.
Aunque se considera una novela negra tiene mucho de drama y novela histórica. No solo se centra en la resolución de los crímenes sino que Luis Roso nos acerca a un momento histórico en donde la figura de la guardia civil era temida a la vez que marginada. Además podremos comprobar como era el duro trabajo de muchos españoles que emigraron de sus ciudades de origen (algunos con toda su familia) para trabajar en la construcción de presas y embalses por toda la geografía española.
Para mí ha sido una lectura muy interesante a la par que instructiva que me duró muy poco entre las manos. Ya os digo que aunque no tiene un ritmo muy ágil tiene algo que te hace seguir leyendo, quizás la precisión histórica y la estupenda forma de narrar de Luis Roso han tenido algo que ver.
No quiero dejar de comentar el guiño del autor hacia dos de los personajes más conocidos de Lorenzo Silva, los también agentes de la guardia civil Bevilacqua y Chamorro. La verdad es que ha sido un puntazo total.
Así que ya sabéis, si os gustan las historias de crímenes y los dramas ambientados en la España rural de los años 50 aquí tenéis una gran lectura que seguro que no os defraudará. Yo de momento quedo a la espera de una nueva novela de este autor que me ha cautivado tanto con su sencillez como con su claridad a la hora narrar. Ojalá que la espera no sea muy larga.
Aunque el inspector Trevejo es el protagonista principal, está acompañado por un joven guardia civil que me ha encantado, Aparecido Gutiérrez. La verdad es que el dúo que forman me ha gustado mucho y me hubiera gustado que su relación hubiera tenido todavía más protagonismo.
Es una novela pausada en la que aunque no he encontrado escenas de tensión ni ha tenido las características propias de un page-turner ha conseguido mantener mi interés hasta el final.
Aunque se considera una novela negra tiene mucho de drama y novela histórica. No solo se centra en la resolución de los crímenes sino que Luis Roso nos acerca a un momento histórico en donde la figura de la guardia civil era temida a la vez que marginada. Además podremos comprobar como era el duro trabajo de muchos españoles que emigraron de sus ciudades de origen (algunos con toda su familia) para trabajar en la construcción de presas y embalses por toda la geografía española.
Para mí ha sido una lectura muy interesante a la par que instructiva que me duró muy poco entre las manos. Ya os digo que aunque no tiene un ritmo muy ágil tiene algo que te hace seguir leyendo, quizás la precisión histórica y la estupenda forma de narrar de Luis Roso han tenido algo que ver.
No quiero dejar de comentar el guiño del autor hacia dos de los personajes más conocidos de Lorenzo Silva, los también agentes de la guardia civil Bevilacqua y Chamorro. La verdad es que ha sido un puntazo total.
Así que ya sabéis, si os gustan las historias de crímenes y los dramas ambientados en la España rural de los años 50 aquí tenéis una gran lectura que seguro que no os defraudará. Yo de momento quedo a la espera de una nueva novela de este autor que me ha cautivado tanto con su sencillez como con su claridad a la hora narrar. Ojalá que la espera no sea muy larga.
Puntuación: 7/10.
Precio: 19 € y 407 páginas. Ediciones B.
Felices Lecturas.