13 de enero de 2023

UNO DE LOS NUESTROS, Willa Cather

Sinopsis: Uno de los nuestros narra la vida de Claude Wheeler, un joven americano del Medio Oeste que vive y trabaja en la granja familiar y al mismo tiempo estudia en una universidad cristiana. No se siente satisfecho con las expectativas de su vida, y la relación con una familia liberal de inmigrantes alemanes le abrirá la mente a nuevos pensamientos e ideas, pero pronto tendrá que abandonar sus estudios para dirigir la hacienda. Cuando los Estados Unidos anuncian su entrada en la Primera Guerra Mundial, Claude se alista huyendo de la deriva tradicional a la que se ve abocado. En Francia, en la batalla, encontrará la libertad que anhelaba.

A través de la vida de los Wheeler, Willa Cather retrata a la gente sencilla de Nebraska, donde pasó su infancia, trabajadores de la tierra, de vida tranquila, y muestra cómo la Gran Guerra, en el aparentemente tan lejano Viejo Continente, acabó involucrando a los habitantes de los lugares más remotos.

Willa Cather es desde hace muchos años una de mis escritoras favoritas. He leído prácticamente todo lo que ha escrito, solo me queda pendiente un libro y sus cuentos. En diciembre de 2022 decidí darme el gusto de leer su libro ganador del Pulitzer en 1923: Uno de los nuestros.

La historia nos presenta a los Wheeler, un matrimonio que lleva una granja y a sus hijos. En la primera mitad del libro se relata la dureza de la vida del campo, las dificultades que entrañan las cosechas y el mantenimiento del ganado. Las descripciones de la autora, la ambientación y los personajes que pueblan la historia crean una sensación tan realista que parece que estás viviendo en la granja de los Wheeler.

La dureza de ese modo de vida hará que Claude, uno de los hijos, decida estudiar en la universidad para labrarse un porvenir con el que sentirse realizado. Allí se encuentra con personas completamente diferentes a todas los que ha conocido. Tienen más cultura y él se siente mucho mas cómodo con ellos que con su familia.

A partir de aquí Claude irá dando bandazos. Sintiéndose siempre insatisfecho, buscará ese algo que le haga sentir que la vida merece la pena hasta que la lejana Gran Guerra llega a oídos de los miembros de la familia Wheeler y todo cambia

No solo cambia la vida de Claude sino que la narración misma también es diferente: el tono bélico será el principal eje de la segunda parte de la novela. De primeras me hubiera gustado toda esa parte pero la lectura coincidió no solo con que caí enferma unos cuantos días sino que mi Rory, mi gatita de 15 años, empezó a tener problemas para comer y al final nos dejó el 4 de enero. Os podéis imaginar que no estaba para centrarme mucho en la lectura así que lo leí pero por desgracia no lo pude disfrutar.

Hasta siempre mi vida. 

¿Me gustó? Sí, pero me hubiera gustado leerlo con tranquilidad, sin yo sentirme anímicamente por los suelos. Igual me planteo releerlo en el futuro, pero tendrán que pasar unos años hasta que deje de relacionar este libro con la perdida de mi Rory. Fue el último libro que empezamos juntas y ella se quedó sin saber el final.

Aquí os dejo el enlace a todas las publicaciones y reseñas que he hecho sobre Willa Cather. Si no la conocéis os animo a que os acerquéis a alguna de sus obras, igual os enamoráis de ella como hice yo con la primera novela suya que leí.

Traducción: Beatriz Bejarano del Palacio

Puntuación: 7/10.

Precio: 22.50 € y 504 páginas. Nórdica.

Felices Lecturas.

3 comentarios:

Rosa Berros Canuria dijo...

Ay, lo siento mucho. No imagino lo que puede ser perder a una compañera tan fiel. Yo tengo un gato al que adoro y no me quiero poner en esa situación. Trato de decirme que no es más que un gato y que bastante se sufre con la pérdida de personas, pero sé que cuando suceda, el disgusto va a ser enorme.
El libro ya lo tengo apuntado de otras reseñas leídas. Tiene muy buena pinta y como me encanta la literatura estadounidense...
Un beso.

Tabuyo Alonso dijo...

Rosa Berros Canuria, yo intenté hacerme a la idea mientras ella estaba bien pero cuando la ves malita y sin comer se hace durísimo. Mi rutina diaria ha cambiado y se hace raro después de 15 años. Son animales pero les coges tanto cariño como si fueran personas.
Un besote.

Margari dijo...

Ays, lo siento mucho. Se quieren tanto que cuando se van, nos dejan fatal. El libro lo tenía apuntado. Algún día le llegará su turno, que la lista es tan larga...
Besotes!!!