Sinopsis: Alabama Beggs, alter ego de Zelda Fitzgerald, constituye el eje alrededor del cual gira la acción. De la mano de Alabama nos adentramos en la conmovedora evocación del entorno familiar y social en el que se desarrolla su infancia, propio de una decimonónica ciudad del sur de los Estados Unidos. A partir de su matrimonio con un pintor de fulgurante éxito iniciarán un largo viaje por Nueva York y Europa. Scott y Zelda Fitzgerald formarían parte del círculo de escritores norteamericanos de la denominada Generación perdida, con epicentro en el París de entreguerras. En este sentido, Resérvame el vals encierra un importante valor como testimonio, desde la óptica particular de una mujer, del ambiente que se respiraba en aquellos días en que –en palabras de Hemingway– París era una fiesta. Allí resurge la pasión de Zelda por la danza profesional y, en una espiral de impotencia y fatalidad, el relato nos conducirá por la senda de un doble fracaso personal, como bailarina y como esposa.
Desde que leí El gran Gatsby (novelón donde los haya) siento verdadera pasión por Scott Fitgerald y su mujer Zelda. Aunque todavía me quedan varios libros por leer de Francis S. Fitzgerald quise anteponer el de Zelda porque dicen que guarda muchas similitudes con Suave es la noche. Parece ser que cuando Zelda fue ingresada en una clínica mental (padecía esquizofrenia) los médicos le recomendaron la escritura como terapia.
Aunque los personajes son ficticios, las similitudes entre lo que conocemos de su vida y la novela son más que evidentes. Las fiestas sin fin, el alcohol, los viajes o la relación tormentosa entre los protagonistas están basadas en las experiencias personales de Zelda y Francis S. Fitzgerald. Cuando el escritor se entera de la existencia de este manuscrito le recrimina que está utilizando el mismo material que él en su próxima novela, Suave es la noche (Tender is the night) por lo que corrige y adapta (creo yo que a su gusto) Resérvame el vals.
Por suerte para nosotros fue publicado en 1932 aunque con poco éxito y hace unos años se tradujo por primera vez al español.
Aunque he disfrutado mucho de su lectura por su alto componente autobiográfico, me pareció un libro con una escritura demasiado adornada, sobre todo la primera mitad del libro.
Zelda Filzgerald nos relatará la vida de Alabama Beggs, desde su juventud hasta su madurez. El libro no tiene una trama tal como la conocemos sino que la autora nos relata la vida de una joven que busca vivir la vida y que, por suerte o por desgracia, conoce a un joven pintor con sus mismas inquietudes.
Me ha encantado ver como Alabama Beggs (o Zelda) va madurando, pese al desenfreno inicial de su vida poco a poco se va dando cuenta de que sus prioridades van cambiando, siente que necesita realizarse y enseñar al mundo que ella también es capaz de conseguir cosas por sí misma, no es sólo la esposa del famoso pintor (o escritor en la vida real).
"[...] Soy tan escandalosamente lista que creo que yo solita podría ser un mundo entero, si no fuera porque prefiero vivir en el mundo de tu papaíto."
Como se supone que Suave es la noche y Resérvame el vals tienen la misma fuente de documentación (la vida privada de la pareja) y dicen que la novela de Scott Fitzgerald es mucho mejor (veremos) decidí empezar por la novela de Zelda para evitar estar contaminada de prejuicios. Ahora, una vez leído, me pondré con Suave es la noche y compararé cual me ha gustado más y cual me parece más realista.
Existe una serie sobre Zelda: "Z: Con ella empezó todo" pero no está basada es éste libro sino en la biografía que escribió Nancy Milford sobre ella. Creo que son 10 capíulos y trata sobre la vida de la pareja. Tengo muchas ganas de verla.
Puntuación: 7/10. Si os gusta la historia sobre esta famosa pareja no dejéis de leer esta novela, es un relato de primera mano de las vivencias de los Fitzgerald.
Traducción: Carlos García Aranda.
Precio: 15 € y 256 páginas. Román y Bueno.
Felices Lecturas.