La dama del lago no es sólo un fascinante relato de una investigación criminalística, sino también la historia de dos mujeres que manifestaron su compromiso por luchar contra el destino que les había tocado en suerte, en la que se entremezclan el racismo, el sexismo y la lucha de clases en la América de los años sesenta.
Según dicen, Laura Lippman es una de las escritoras más emblemáticas de la novela negra estadounidense y puede que lo sea pero en los dos libros suyos que llevo leídos, el componente negro es una mera excusa para plantear una historia que nada tiene que ver con él.
En Piel quemada (reseña) al igual que aquí, la autora toma como protagonista a una mujer que abandona su casa, a su marido y a sus hijos y se tiene que enfrentar a una nueva vida. Las épocas y las tramas son muy diferentes pero las críticas sociales no. El machismo, el racismo o la precariedad laboral de las mujeres no han cambiado lo más mínimo.
La dama del lago parte con Maddie, mujer con la que no llegué a empatizar en ningún momento, que está cansada de su matrimonio y de su vida en una ambiente judío de clase media-alta. Un día decide dejarlo todo y se marcha. Este hecho será la excusa para que la autora se centre en la situación de la mujer en la década de los 60, en lo complicado que es salir adelante sin dinero y sin trabajo, el trato tan diferente si estas casada o soltera, la dificultad de encontrar un empleo y de que te tomen en serio...
No solo tratará el machismo de la época y el retrato de la población judía en Baltimore, sino que también trata de cerca el racismo que existía y que denegaba cosas básicas a la población negra que ahora parecen impensables. Para abarcar esos temas utiliza personajes masculinos y femeninos y nos muestra y compara su realidad. Pero hay veces, como en el caso del retrato de la población judía, que además nos muestra a personajes de diferentes rangos de edad para que veamos como vivían y las diferencias que había entre ellos.
La historia podía haberse basado solo en el retrato social de la década de los 60 en EE.UU (cosa bastante manida y que creo que todo el mundo conoce) a través de los mismos personajes pero dándoles un poco más de profundidad y hubiera quedado bien. No es un libro que aporte nada nuevo pero entretiene.
El hecho de meter dos muertes de las que apenas se sabe nada hasta casi el final del libro no me ha convencido. Además de eso, la estructura narrativa que tiene el libro me ha parecido repetitiva y cansina y me sacaba de la historia. En un capítulo nos narra la historia principal, bien, pero al siguiente se centra en un personaje muy secundario que aparecía en el anterior. Un ejemplo, Maddie se reúne con otra persona en un restaurante y le sirven la comida, pues en el siguiente capítulo nos habla la camarera que les atendió. ¿Qué necesidad hay? Pues así fue durante casi todo el libro, personajes intrascendentes que me parecen metidos con calzador en la historia y que hicieron que la narración no fuese fluida.
Y ya de la resolución de los casos mejor no hablar, no solo por no spoilear sino porque no me han gustado nada. Entiendo que las muertes son una mera excusa para montar toda la historia pero me hubiera gustado un poco más de chicha de novela negra.
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Parece ser que se va a rodar una mini serie sobre este libro y que va a estar protagonizada por Natalie Portman y Lupita Nyong'o. Seguramente la vea para ver si se centra más en la género negro o en la crítica a una época.
Traducción: Eduardo Adrian Hojman Altieri
Puntación: 6/10.
Precio: 21 € y 368 páginas. Salamandra.
Felices Lecturas.
El año pasado leí Piel quemada y no me terminó de gustar. Se quedó sin reseña y aunque no todos los libros que no reseño es porque no me gusten, este sí lo fue. Con lo que cuentas, no creo que me anime con La dama del lago.
ResponderEliminarUn beso.
Pues no creo que me anime, que le veo demasiados peros.
ResponderEliminarBesotes!!!