Sinopsis: La familia de Addie Bundren se prepara para cumplir su última voluntad: enterrarla en la tierra de sus antepasados. El viaje de los Bundren –blancos, pobres, pero sobre todo muy humanos– se convertirá en una odisea coral donde el trayecto se entrecruza con sus respectivos itinerarios vitales: los de unos personajes guiados por un enconado sentimiento de deber al honor que, no obstante, irá desenmascarando también actitudes y sentimientos menos amables.
En el camino de dificultades físicas y morales, por donde parece escucharse el rasgar monótono de la sierra de Cash mientras construye el ataúd de su madre, y sentirse el pálpito de la vida en su hermana adolescente Dewey Dell; por donde se avista la presencia amenazante de unos buitres al acecho, o el brillo descarado y vil de una flamante dentadura postiza, el lector observa y a la vez se siente compañero de esa intemperie que ahoga a todos. Imposible olvidar las atmósferas y personajes de este clásico con el que Faulkner se instala para siempre en nuestra memoria.
Llevo retrasando mi primera vez con Faulkner años. Siempre he querido probar alguno de sus libros para ver si era tan denso y complejo como lo pintan así que, aunque al final me decidí, dudé entre «Luz de agosto» o «Mientras agonizo». Varias personas me recomendaron por twitter empezar con éste así que les he hecho caso y me lo he leído.
¡Madre mía! Decir que me ha encantado es decir poco. Hacía mucho que una lectura no me llenaba tanto; las sensaciones que te transmite esta historia son tan potentes que traspasan las páginas y hacen que el lector conviva con la familia Bundren.
Es una lectura pausada en la que al principio, por lo menos a mí, me costó distinguir la relación entre los personajes (no sabía quieren eran familia o quienes amigos) pero una vez situados es muy fácil de seguir.
Los capítulos son muy cortos y cada uno es narrado por un personaje diferente, tanto de la propia familia como por vecinos o desconocidos (hay 15 voces en toda la historia).
La particularidad de la novela radica en que la trama (llevar el cadáver de su madre para enterrarlo en el panteón donde ella quería), se narra a través de los monólogos interiores de los personajes (también llamado flujo de conciencia). Los pensamientos son en bruto, tal cual les vienen a la mente, por lo que al no tener una estructura puede llegar a costar un poco entenderlos. Por suerte pillé rápidamente el punto a la forma de narrar de Faulkner y me dejé llevar por unos personajes memorables que me han dejado un poso impresionante.
Me ha gustado tanto «Mientras agonizo» que ya me planteo leer el otro libro que tengo de Faulkner, «Luz de agosto».
Por lo que me han dicho estos son los dos libros más asequibles del escritor, después veremos si soy capaz a disfrutar tanto de su pluma.
Traducción: Jesús Zulaika Goicoechea.
Puntuación: 10/10.
Precio: 10.90 € y 248 páginas. Anagrama.
Felices Lecturas.
Mientras leía me he acordado de un libro de Julio Llamazares: Distintas formas de mirar el agua. Yo todavía no me he atrevido con Faulkner y, la verdad, no sé cuándo le llegará el momento...
ResponderEliminar¡Besos!
William Faulkner tiene fama de complicado y alguno de sus libros lo es más que este, que creo que es de los más directos en cuanto a la trama. Lo fascinante del autor son las sensaciones que transmite, los ambientes en los que nos mete, su mundo, en una palabra, que es todo un universo literario que cuando nos adentramos en él nos atrapa como una tela de araña.
ResponderEliminarEs cierto que es complejo y a veces da pereza meterse con él habiendo tantas cosas sencillas y actuales, pero cada vez que venzo esa pereza solo consigo alegrarme mucho. Por cierto, hace mucho que no lo visito.
Un beso.
Como ya te dije, será mi próximo Faulkner. Lo tengo ya en la mesilla de noche :D Me pasó lo mismo con El ruido y la furia; me atrapó totalmente la forma de escribir del autor, cómo está contado y los personajes. Estoy enamorada completamente del flujo de conciencia. Es uno de los libros que más poso me han dejado en los últimos años. Ya dirás qué te parece Luz de agosto cuando lo leas (también lo tengo esperando).
ResponderEliminarBesos!
Hola, pues no he leído ninguna de las dos así que tomo nota. A mi me gustó Santuario y no tanto Los rateros. Besinos.
ResponderEliminarNO he leído nada del autor aún. Y viendo tu entusiasmo ya sé con qué libro me estrenaré. Lo que no sé es cuándo...
ResponderEliminarBesotes!!!
Me da un poco de respeto este autor. No sé si me animaré algún día. Un saludo
ResponderEliminar¡Hola! Es un autor que me genera bastante respeto precisamente por lo que he oído sobre sus novelas pero el entusiasmo con el que hablas de esta lectura me anima a probar su pluma. Además, me parece muy original la forma en la que está narrada esta novela en particular, por lo que tomo buena nota para empezar por aquí.
ResponderEliminar¡Nos leemos!
De Faulkner he leído varios títulos y éste es uno de los que más adentro me llegó. Es impresionante la historia que cuenta y sobre todo cómo la cuenta. Antes de leer al norteamericano del Sur lo estudié y me parecían lugares comunes lo que se decía sobre sus innovaciones e influencia en la literatura universal, luego lo leí y constaté que no, que tenían razón esos "pesados" señores que tenía de profesores. Ya se sabe que la juventud nos hace impertinentes porque luego me volví señor profesor y seguro que también resulté 'pesado' a mis alumnos. Espero, al menos, haberles dejado algún interés por figuras como Faulkner.
ResponderEliminarUn abrazo
Tengo muchas ganas de leerlo, espero ponerme con él pronto porque lo tengo pendiente desde hace mil!
ResponderEliminarBesotes