Curiosa anécdota la que se corresponde con el argumento de ésta novela publicada en 2008 por Luis Murillo y la elección del nuevo Papa Francisco I.
Hay un buen número de coincidencias entre el Papa de la ficción Adriano VII y el real:
1. Son de nacionalidad argentina.
2. Ambos se llaman Jorge.
3. Son arzobispos de Buenos Aires y han presidido la conferencia episcopal.
4. Vinieron a estudiar a España, aunque a sitios diferentes.
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Sinopsis: Muere en Roma el Papa. El colegio cardenalicio, dividido profundamente entre conservadores y progresistas, no se pone de acuerdo a la hora de elegir al nuevo Pontífice. Finalmente, coinciden en votar una candidatura de compromiso en la persona de monseñor Mendoza, primado de la Iglesia argentina.
La elección papal impacta brutalmente en el ánimo del cardenal Mendoza ya que tenía decidido abandonar su condición eclesiástica al finalizar el cónclave. Una decisión motivada por una grave crisis de fe, agudizada al haberse enamorado de una galerista de arte italiana. El purpurado argentino ve la mano de Dios en la decisión de los cardenales y acepta el Papado adoptando el nombre de Adriano VII.
Durante la misa inaugural de su Pontificado, pronuncia una homilía que supone una refundación del catolicismo. En ella expresa su decisión de democratizar la Iglesia, vender sus riquezas para erradicar el hambre del mundo, despenalizar los anticonceptivos, aceptar el divorcio católico y el matrimonio homosexual, así como abolir el celibato obligatorio de los sacerdotes. Y en un discurso posterior, se alinea abiertamente con Estados Unidos en contra del fundamentalismo islámico y del radicalismo marxista del eje bolivariano, los cuales amenazan a la civilización occidental ante la pasividad de las democracias europeas.
Las decisiones morales y políticas de Adriano VII generan un auténtico terremoto, no sólo en la Iglesia, sino también en el terreno de la política internacional. Su firmeza le crea numerosos enemigos e, irremediablemente, surgen varias conspiraciones para matarlo. Planes de asesinato que intentarán abortar el escritor español Dan Foster, un monseñor ex-agente de la CIA y la mujer que está enamorada del Papa.
Francisco I |
Yo no conocía a Luis Murillo ni a su novela La púrpura negra y ha sigo grato saber de su existencia en ésta semana que he terminado con las lecturas de mi semana Vaticana particular.
Si quréis saber más, leer las primeras páginas o haceros con el libro en formato electrónico (en papel no está disponible) os dejo este link.
Precio: 3.99 € y 361 páginas.
Felices Lecturas.
Si que es una coincidencia.
ResponderEliminarBesitos.
Las coincidencias entre ambos papas son realmente curiosas. Pero lo importante es la novela. Una historia muy entretetenida y con una gran profundidad ideológica. Ambas cosas no son fáciles de unir. El mejor regalo que le he hecho a mis familiares y amigos estas navidades, antes de lo del papa.
ResponderEliminarQué curiosas todas esas coincidencias entre el protagonista de esta novela y el papa actual. Tengo muchas ganas de hincarle el diente desde hace tiempo. A ver si puedo hacerlo pronto :)
ResponderEliminarun beso shakiano!!
Curiosas estas coincidencias. Y parece además una buena novela. No la conocía así que me la llevo apuntada.
ResponderEliminarBesotes!!!
La empezé el lunes por la noche y la he acabado esta tarde. De lo más interesante que he leido en los ultimos años y soy lectora de libro casi semanal.Un recital de como enganchar con una historia por su original y amenidad.
ResponderEliminarYo no he tenido ocasión de leer la novela, pero dada la experiencia que he tenido con esta temática creo que me gustaría.
ResponderEliminarPena que no esté publicada en papel.
Besos.