21 de febrero de 2014

TE ACORDARÁS DE MÍ, Vicente Martín Terán.

Sinopsis: Semana Santa de 1928, Madrid es una ciudad convulsa donde se mezcla lo nuevo y lo viejo. Mientras la dictadura del general Primo de Rivera da sus últimos estertores, Tomás Halcón, antiguo policía y legionario de la guerra de África, recibe la visita de Marcial, amigo y excompañero del ejército, para que colabore en la resolución de un asesinato. La violencia con la que se ha perpetrado el homicidio pone en alerta a los altos cargos del Gobierno, pues temen que el asesino pueda ser un militar. Su nerviosismo aumenta con cada víctima; saben que solo Halcón puede resolver el caso.

Entre el desasosiego producido por los recuerdos de la guerra, los crímenes y la barbarie aparece Ana, una mujer que hará que Tomás recupere la cordura entre tanto desconcierto.

Haciendo gala de un estilo muy visual, casi cinematográfico, Vicente Martín Terán construye un thriller trepidante en el que cazador y presa quedarán atados para siempre. Mezclando crónica histórica y novela negra, realiza una indagación psicológica sobre el origen del mal, la venganza y la culpa y el amor como única vía de redención posible.

Me entró por el ojillo esta novela negra ambientada en el Madrid de 1928. Una vez leída podría decirse, para haceros una idea, que es del estilo de novelas de Jerónimo Tristante y su serie de Víctor Ros. Aunque no se ambientan en la misma época histórica, el estilo narrativo tiene sus similitudes, así que si te gustaron las novelas de Tristante te gustará Te acordarás de mí. A mí me han gustado ambas.

Tomás Halcón es el protagonista de la novela. Tuvo que dejar la policía por un suceso en un interrogatorio y ahora vive con dos gatas en un mini apartamento y es guardia de seguridad en el edificio de la Telefónica por un salario miserable.

Edificio Telefónica (1926).
Una inesperada visita de un antiguo compañero, Marcial le hará salir de su pequeño mundo y volverá a la policía, pero esta vez solo de colaborador. El caso al que va a enfrenarse tiene como víctima a Fernando Minaya, un abogado perteneciente a una de las familia más importantes de la capital. Se sospecha que el autor es un antiguo militar que pudo haber servido en África en la época que lo hizo Tomás Halcón.

El asesino parece una persona muy religiosa que actúa en nombre de Dios, marcando a la víctima con señales religiosas de la pasión de cristo pero, ¿que hacía mal Fernando Minaya para acabar con su vida?, ¿quién es el asesino?, ¿será un hecho aislado o habrá más víctimas?.

Gran Vía (1928).
Es una novela que se lee muy bien, es muy entretenida y compagina la vida personal de Tomás con la investigación policial, algo que te hace más cercano a su protagonista. Antes era muy reticente a ello pero ahora me gusta cada vez más ver a los protagonistas en su ámbito privado, ya no son los héroes de acero de antes que podían con todo y nada les salía mal. Ahora también tienen sus problemas personales además de su tormentoso pasado (que nunca falta).

Puntuación: 7/10. Una buena novela negra histórica que espero que se convierta en una serie. Ojalá el autor nos regale más historias protagonizadas por Tomás Halcón.

Precio: 17 € y 376 páginas.

Reto sumando 2014: 158.

Felices Lecturas.

6 comentarios:

Pilar González dijo...

Me gustan las historias policiales ambientadas en otras épocas, así que no la descarto, pero de momento no creo que caiga. Un beso

Susana Palacios dijo...

Tiene buena pinta, la tendré en cuenta, besotes y gracias por la reseña

Locura de lectura dijo...

Hala, venga, otro más para la lista. En algún momento tendré que parar, digo yo. Bonita reseña

Lara del cofre dijo...

Qué buena pinta! Me la apunto especialmente para mi padre, un amante de las novelas ambientadas en esa época y de las policiacas. Esta tiene de ambas así que le va que ni pintada para el día del padre!!!! Gracias!!!

Margari dijo...

Dos géneros que cuando se combinan suele gustarme mucho. Y por lo que cuentas, no creo que este libro sea una excepción. Apuntado!
Besotes!!!

Unknown dijo...

¡Hola!
En principio no me llama lo suficiente como para animarme a leerlo. Pero tampoco lo descarto del todo, porque nunca se sabe.
Un beso